viernes, 18 de julio de 2008

Betesda, la Casa de la Gracia



1 CORINTIOS 15:57

"¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!" (NVI)

INTRODUCCIÓN

La historia nos habla de un hombre que cuando era niño sus padres pensaron que nunca hablaría, lo creyeron retrasado mental y sus maestros dijeron que nunca aprendería, su nombre fue Albert Einstein, considerado uno de los hombres mas inteligentes de nuestros tiempos y padre de la física cuántica.

Eintein, como muchas otras personas, enfrentaron problemas y dificultades en sus vidas pero que nunca se rindieron ante el fracaso y la adversidad y por eso pudieron experimentar una gran victoria...

¿Deben l@s hij@s del Eterno rendirse ante sus problemas de salud, dinero, familiares, emocionales, escolares, laborales, de pareja...?

Cuando hablamos de rendirnos estamos hablando de una persona que se siente cansada, sin deseos y fuerzas para seguir luchando, es decir deprimida, sólo quiere quedarse en cama, tirad@ en su lecho, paralizad@ por el temor y la falta de fe.

La Biblia nos enseña que la vida cristiana es una batalla continua, permanente con nuestro ego (el gran oponente), invariablemente anteponemos nuestros pensamientos, ideas, deseos, experiencias, sentimientos a lo que nos dicta el Espíritu que mora en nosotros.

El apóstol Pablo en Efesios 6:12 escribió " Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas..." (NVI)
 
En otras palabras, la Biblia nos dice que hay circunstancias fuera de nuestro alcance, como simples individuos no podemos cambiar el estado de las cosas, como frenar el alza de precios, desaparecer la corrupción que existe en algunos de los estratos del estado, componer los errores que cometen los políticos en su afán de lograr una sociedad democrática...  Tal vez tampoco podríamos mejorar nuestra condición laboral, ni curarnos de un mal que nos aqueja... Entonces el mundo nos parece obscuro, en tinieblas, y tenemos una perspectiva pesimista de la vida (aun siendo cristianos)

Pero la Biblia también me dice: I Corintios 15:17- ...Dios nos da la victoria por medio de Nuestro Señor Jesucristo, porque el poder que resucitó a Cristo de entre los muertos es el que actua a favor de nosotros, ¡porque habita en nosotros!

1Co 15:17  "y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes no vale para nada:todavía siguen en sus pecados". (DHH)
  
Rom 8:37 "Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó". (DHH)
 
En otras palabras la biblia te dice: No te rindas porque Dios promete darte la victoria, sólo se trata de creerle, de asumir que Él ya tiene el control y... dejarlo actuar.

La Biblia nos habla de personas, como usted y como yo, que se enfrentaron a situaciones extremadamente difíciles pero que no se rindieron. Personas con problemas y situaciones que aparentemente no tenían solución pero que cuando confiaron en el Señor pudieron ver la victoria.

El Señor desea que esta tarde aprendamos de esos casos bíblicos para que, al igual que ellos, podamos obtener la victoria.

JUAN 5:1-9
En esta porción, la Biblia presenta el caso de un hombre que había estado paralitico por 38 años y que iba al estanque de Betesda en busca de sanidad... Cerca del estanque había 5 pórticos, es decir arcadas y columnas, donde los enfermos se refugiaban del sol y en las noches del frío.

La Biblia enseña que algo extraordinario sucedía en este estanque, un ángel, de tiempo en tiempo, movía las aguas del estanque y la primera persona enferma que tocaba las aguas era sanada.

¿Por que Dios hacia eso? El lugar donde ocurría se llamaba Betesda = Casa de gracia o de misericordia (en hebreo). Y fue precisamente la misericordia de Dios lo que experimentaron algunas de las personas que estaban en este estanque.

Se entiende que muchos enfermos fueron sanados cuando eran los primeros en entrar al estanque después que el ángel movía las aguas.

¿Significa esto que si estamos enfermos, nos vamos a lanzar de cabeza a cualquier estanque que se mueva para ser sanados? ¡No, de ninguna manera!, ahora el estanque de Betesda no es necesario porque ahora JesúCristo es ahora nuestro estanque de Betesda, el es nuestra casa de gracia y misericordia. Eso fue precisamente lo que le quiso decir el Señor a este hombre paralitico, Yo soy tu estanque de Betesda, soy tu casa de misericordia.

Cabe decir que los enfermos iban al estanque para sanar sus cuerpos, pero también es importante sanar el alma. El comportamiento pecaminoso, impropio de quien ha sido perdonado, justificado y reconciliado con el Padre, trae tristeza, culpa, amargura. Nos quita el deseo de luchar y de vivir...

Si tu alma esta enferma por causa del pecado, de creer que en tu propia intuición, lógica y "sentido común" o en tu experiencia (generalmente mala) con respecto a como actuar ante tu problemática cotidiana... hoy el Señor te dice NO TE RINDAS, porque yo soy tu estanque de Betesda, yo estoy dispuesto a mostrarte misericordia, porque Soy Tu Casa de Gracia y Misericordia.

El mover de las aguas sanaba solo al primero que tocara el agua, esto nos enseña que tenemos que estar pendiente al movimiento de Dios - no rendirnos ante la adversidad y ni el problema sino estar pendiente y aprovechar las oportunidades que el Eterno ofrece para sanar nuestro cuerpo y para restaurar nuestra alma.

Jesús sabia que este hombre llevaba mucho tiempo esperando por su milagro, pero estaba paralizado por el sufrimiento.

¿Quieres ser sano? - le pregunta el Señor. Que pregunta tan extraña, ¿verdad?, ¡seguro que quería estar sano, por eso estaba allí día y noche! Entonces, ¿por que le hizo Jesús esta pregunta?

Parece obvio que la respuesta debería ser una urgente afirmación, Pero la respuesta de este hombre nos dice porque Jesús le hizo la pregunta "no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se remueve el agua". Esto era precisamente lo que el Señor quería enseñarle, que su milagro no vendría por su esfuerzo o por la intervención de ningún hombre, por muy famoso, "santo" o "milagroso" que fuera, sino directamente de Dios.

Cristo no utiliza ninguna "frase mágica", ni declara "yo te sano...", ¡NO!, lo que el Cristo dice al paralítico es: "Levántate, recoge tu camilla y anda".

El Señor te dice hoy: ¡ponte en pie!, recoge tu lecho de depresión y ¡anda!

Los hijos de Dios no podemos rendirnos, porque somos más que vencedores en Cristo, y si sentimos desánimo, cansancio o hasta depresión, ¡recojamos nuestra autocompasión y tristeza! y ¡andemos! en las obras que el Padre ya ha preparado de antemano para nosotros, andemos, caminemos, demos pasos de fe, con valentía por que Él no nos abandonará...

Porque el que se rinde se siente y actúa como un paralitico. Piensa que no puede hacer nada para vencer su situación o condición, se siente incapacitado y espera ansiosamente que alguien haga por el aquello que debería hacer, espera a que alguien lo cargue y lo lleve hasta el borde del estanque, cuando sólo tiene que hacer a un lado su depresión y andar, seguro de que ya ha sido sumergido en el agua viva, en el estanque de la Gracia.
 
Conclusión.

¡No te rindas, no te rindas!

Una de las cosas que hace nuestra mente, nuestro ego (yo) para que nos rindamos es poner las ideas de que: No vale la pena, estoy tan cansado y nadie puede, ni quiere ayudarme...

El Señor te dice en esta tarde que Él es tu estanque de Betesda ya has sido sumergido y sanado... sólo levántate, recoge tus miserias y tu autoestima, ¡y anda!


Síntesis del mensaje del domingo 13 de julio de 2008.

Casa de Oración para las Naciones
 Pastor Alfonso Xavier Fierro Fernández

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